Un ministro (Manuel Callau) nada carismático necesita mejorar sus reiteradas torpezas discursivas y gestuales que lo llevan a «medir poco» frente a público. Para ello, su secretaria y amante (Coni Marino), contrata a Pedro (Pablo Alarcón), actor psicobolche, para entrenarlo y cambiar su forma de comunicación.
Mediante distintos ejercicios teatrales, este hombre buscará romper ciertas estructuras que vician al político, pretendiendo transformar su imagen, guiándolo en el arte de la oratoria.
Mediante distintos ejercicios teatrales, este hombre buscará romper ciertas estructuras que vician al político, pretendiendo transformar su imagen, guiándolo en el arte de la oratoria.
Se celebra el reestreno en la cartelera porteña de este texto divertido, y tan cercano. José G. Glusman escribió una comedia eficaz, que se vuelve más atractiva gracias al juego entre los dos protagonistas, en una dupla, por momentos, desopilante. Sus histronismos, trabajos coporales y gestualidades demuestran el oficio de estos actores; a quienes acompaña una muy buena Coni Marino.
Manuel González Gil sabe dirigir comedia y la vuelve precisa, con los tiempos que el texto requiere.
Cuando las mentiras quedan al descubierto, y se busca la construcción de un personaje en alguien que debiera ser sumamente transparente. «Esta es mi manera de hacer política, si no le gusta, tenemos otras».
Cuando las mentiras quedan al descubierto, y se busca la construcción de un personaje en alguien que debiera ser sumamente transparente. «Esta es mi manera de hacer política, si no le gusta, tenemos otras».
Ficha técnica:
Actores: Pablo Alarcón, Manuel Callau y Coni Marino.
Dramaturgia: José G. Glusman.
Dirección: Manuel González Gil.
