El jueves 6 de octubre terminó la 36va. Fiesta Nacional del Teatro en Resistencia, Chaco; aunque en esta oportunidad el encuentro sumó sedes en el interior de la provincia, en Formosa, Corrientes y Misiones. El NOA en su máximo esplendor celebró a las artes escénicas.
Más de 250 funciones, 40 salas o espacios no convencionales, más de 600 artistas y 250 trabajadores, 8 días de duración donde en el aire se respiraba federalismo.
Fue la primera Fiesta en la que estuvimos, con un doble rol, porque quien suscribe también formó parte del staff del Instituto Nacional del Teatro. Y me encontré, en más de una oportunidad, emocionado por el sueño cumplido.
Ver tantas obras, sentir los aplausos de elencos colegas, escuchar a los vecinos y vecinas, muchos de los cuales no tienen el hábito de ir al teatro, emocionarse, agradecer por ser parte.
El lema de este año fue “El teatro nos une”, y así sucedió. Se sentía en las salas, en los abrazos (que la pandemia retrasó), en el comedor donde almorzábamos y cenábamos, y a la noche brindando y bailando en “la fiesta de la fiesta”.
Después de tantos días movidos uno cae lo que significó lo vivido. La importancia que tiene estar ahí para tantos. La felicidad del encontrarnos, a pesar de tanto. Y estas ganas fuertes de gritar ¡VIVA EL TEATRO ARGENTINO!
