Patricia María Sánchez: “´Despejar la X´ habla de la discriminación y el estigma que sufren muchas personas que viven con VIH”

Conversamos con la directora y dramaturga de la obra que se presenta los sábados a las 21hs, en Tadrón Teatro (Niceto Vega 4802). Las entradas se compran por Alternativa.
Conversamos con la directora y dramaturga de la obra que se presenta los sábados a las 21hs, en Tadrón Teatro (Niceto Vega 4802). Las entradas se compran por Alternativa.

Conversamos con la directora y dramaturga de la obra que se presenta los sábados a las 21hs, en Tadrón Teatro (Niceto Vega 4802). Las entradas se compran por Alternativa.

– ¿Cómo surge la necesidad de hacer “Despejar la X?
– Trabajé durante años y hasta hace poco en Helios Salud, una institución que brinda atención integral a personas que viven con VIH y tuve contacto con sus historias de vida. La escucha diaria y la toma de conciencia de sus problemáticas despertó la necesidad de contar y visibilizar el tema: la mayoría tenía en común experiencias de discriminación y exclusión a causa de vivir con el virus. Como mi herramienta es el teatro, me pareció lo mejor abandonar el sentimiento de impotencia frente a esas historias y hacer lo que estaba en mis manos. Llevé la inquietud al grupo de teatro del que formo parte. Ellxs no sólo aceptaron la propuesta sino que la hicieron carne a partir de los ensayos. La obra la fui escribiendo en paralelo y acompañando una larga etapa de investigación y cursado de Diplomatura en VIH e ITS desde una perspectiva de Salud Integral y DDHH en la Universidad Nacional de Cuyo.  El tema ameritaba esa búsqueda ya que había una gran responsabilidad en juego.  

– ¿De qué habla la obra?
– La obra habla de la discriminación y el estigma que sufren muchas personas que viven con VIH. El punto de vista del relato es el de lxs otrxs: quienes tenemos alguna información sobre el tema y sin embargo seguimos siendo prejuiciosxs y adoptamos actitudes discriminatorias. La falta de información actualizada, la ausencia de campañas masivas de difusión, la dificultad para empatizar con el otrx, el uso inadecuado del lenguaje, aparecen en la obra. Si tenemos en cuenta que somos sujetos sociales y la salud es un tema colectivo y no individual, deberíamos hacernos cargo de lo que leí durante el proceso de escritura en  El Nacimiento de la Clínica de M. Foucault: “…no hay enfermo curado sino en sociedad, entonces es justo que el mal de unos sea transformado en experiencia para los otros”  Adoptamos la idea pero esta misma frase (1999) contiene una palabra cuestionable hoy en día que es la de “enfermedad”. El VIH es una afección y no una enfermedad. Pasa lo mismo con la expresión “enfermedades de transmisión sexual”. Es más adecuado hablar de “infecciones”. Las personas que viven con VIH no están enfermas, conviven con un virus. Si reciben medicación está controlado. Hay muchas cosas por modificar, entre ellas, el uso del lenguaje. Cada cambio es un paso más en el camino de desarmar prejuicios.

– Hace pocos meses tuvimos la sanción de la nueva ley de VIH, ¿Cómo recibió el equipe tal noticia al estar militando ustedes un tema así?
– El grupo está siempre muy atento a los avances porque de otra manera no seríamos responsables de nuestro relato. Celebramos la nueva ley porque se empieza a hacer foco en el VIH desde una perspectiva social-integral y se cuestiona el  modelo biomédico sobre el que estaba basado la anterior. Es una cuestión de contextos. Destacamos desde nuestro lugar a aquellos activistas y organizaciones civiles que de verdad y con creces vienen militando en el tema. Gracias a ese impulso constante se avanza en materia legal y la obra contempla la nueva ley en su texto. De todos modos, creemos que una ley por sí sola no modifica actitudes. Así que seguiremos trabajando desde el lugar que nos toca: en este caso contribuir a desarmar prejuicios y a convertir a cada espectador en un agente multiplicador. El teatro es una herramienta poderosa. Confiamos en su potencia de transformación.

– Tuvieron la oportunidad de presentar la obra en varios centros culturales, además de la temporada que hicieron, y están en Tadrón. ¿Qué les comenta el público luego de las funciones?
-La mayoría nos comenta que se emocionaron, que se informaron, que el tema quedó resonando luego de la función, que revisaron sus propios conocimientos y actitudes respecto del tema.  Destaco la devolución de una función que hicimos en el Bachillerato Popular FARMACOOP en el que compartimos un debate post-función con alumnes y docentes y la que amorosamente nos hizo Gastón Vera como referente de la Secretaría de VIH e ITS de la FALGBT que asistió junto con un grupo a Tadrón Teatro. Fue una gran experiencia hacer funciones itinerantes en centros culturales porque en general asiste público que no suele ir al teatro. Creemos que el objetivo se está cumpliendo.

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