Una pareja (Claudio Mattos y Ana
Scannapieco) dialoga, una y otra vez, en lo que parece ser el final de la relación. Así
enfrenta el cansancio físico, el desgaste emocional, el enredo con las
palabras, la escasez de sentido, la imposibilidad de “ver al otro”.
Scannapieco) dialoga, una y otra vez, en lo que parece ser el final de la relación. Así
enfrenta el cansancio físico, el desgaste emocional, el enredo con las
palabras, la escasez de sentido, la imposibilidad de “ver al otro”.
La llegada de una vecina (Virginia
Mihura), que acaba de vivir una situación dramática con su marido y decidió
dejarlo, les pide que le permitan observarlo desde la ventana de su
departamento. Ella abre un surco desplegando los recortes de su vida, aunque la
pareja no repara demasiado en su historia, ni en sus circunstancias.
Mihura), que acaba de vivir una situación dramática con su marido y decidió
dejarlo, les pide que le permitan observarlo desde la ventana de su
departamento. Ella abre un surco desplegando los recortes de su vida, aunque la
pareja no repara demasiado en su historia, ni en sus circunstancias.
Escenas de unas relaciones que
tranquilamente podrían ser la de cualquier espectador de la sala. Fragmentos de
cotidianeidades reconocibles que van pasando los actores en ese ambiente
doméstico, que puede ser el living de nuestra casa. Cercana, reconocible.
tranquilamente podrían ser la de cualquier espectador de la sala. Fragmentos de
cotidianeidades reconocibles que van pasando los actores en ese ambiente
doméstico, que puede ser el living de nuestra casa. Cercana, reconocible.
Como cuarto personaje aparece,
contundente con su presencia, la música, con canciones en vivo por Diego Becker, que irrumpe
preciso, favoreciendo al clima que la obra crea, con esa gracia que a veces
provoca las situaciones dramáticas, y las últimas veces de algo. Inteligente dramaturgia de Claudio Mattos, con
una correcta dirección de Virginia Mihura.
contundente con su presencia, la música, con canciones en vivo por Diego Becker, que irrumpe
preciso, favoreciendo al clima que la obra crea, con esa gracia que a veces
provoca las situaciones dramáticas, y las últimas veces de algo. Inteligente dramaturgia de Claudio Mattos, con
una correcta dirección de Virginia Mihura.
El egoísmo de los propios
sentimientos que pugnan por salir, cuando no pueden ser reprimidos. Porque como
reza uno de los textos, “el amor es un mal cálculo, una interrupción, un
problema temporal, una incomodidad…”
sentimientos que pugnan por salir, cuando no pueden ser reprimidos. Porque como
reza uno de los textos, “el amor es un mal cálculo, una interrupción, un
problema temporal, una incomodidad…”
Ficha técnica:
Actores: Claudio Mattos, Virginia
Mihura y Ana Scannapieco.
Mihura y Ana Scannapieco.
Música: Diego Becker.
Guión: Claudio Mattos.
Dirección: Virginia Mihura.