El productor teatral fue entrevistado por el portal 0223.com.ar e hizo referencia a cómo fueron las primeras semanas del 2024 en “La Feliz”.
“Precios Amigables fue una iniciativa que surgió por allá, por octubre, pensando cómo celebrar justamente el cumpleaños de la ciudad, y que dio mucho resultado, porque le dio empatía al público”, comenzó diciendo Rottemberg.
La propuesta incluía valores de entradas que rondaban entre los $8.000 y $12.000 para las obras de sus salas. “Lo que menos me hubiese imaginado es que íbamos a estar a fin de febrero con todas las salas en el mismo rango y el mismo precio, sin tocarlo. Y eso tuvo que ver con la empatía, tuvo que ver con dar certeza al público, con haber entendido que, en un momento donde no sabemos cuánto valen las cosas, fue muy bienvenido, tuvo mucha prensa, por derecha y por izquierda” y “termina dando la única actividad en unidades de venta por encima del año pasado”.
“A pesar de tener un turismo menor en la ciudad, y con menor consumo, o sea, con algo menos de turismo en la ciudad, y con menor consumo por la propia incertidumbre económica, sin embargo, el teatro creció más de un 30% en relación al verano pasado, cosa que se desmarcó de todas las actividades. Creo que hoy, con el diario del lunes y terminando febrero, vemos claramente que el bolsillo hogareño está marcando una tendencia”, agregó Rottemberg.
El productor, además, hizo referencia a lo que serán los próximos meses, y la convocatoria de público al teatro: “Nuestro cliente, por decirlo entre comillas y sin eufemismos, es la clase media. Ese cliente de clase media obviamente requiere de otras necesidades imperiosas, más allá de todo lo que podamos decir de la cultura. Pero si uno tiene otras restricciones fundamentales, no puede llegar a lo mejor a lo que tiene que ver, al menos con nuestro circuito. Por eso me parece la importancia del Estado, la importancia del aporte en cultura que le haga a una porción de la ciudadanía, que seguramente, como me pasaba a mí cuando nací en el barrio de Mataderos, en Buenos Aires, y mis viejos no llegaban al valor de una entrada de teatro para llevar a los hijos, lo mismo le pasa a muchas familias argentinas, y por eso me parece que esa combinación de lo público y lo privado para ciertas cosas está buena”.