La cultura encuentra espacios de libertad en los penales provinciales. Gracias a un acuerdo con el Instituto Nacional de Teatro, desde el año pasado, decenas de elencos teatrales se presentan en los contextos de encierro con total éxito. Una variada agenda de obras se conjuga con las actuaciones de talentosos artistas locales.
El Servicio Penitenciario de Mendoza viene planificando y concretando agendas y giras de obras teatrales en los distintos complejos y unidades de la provincia, desde 2021. Las programaciones abarcan desde elencos numerosos a unipersonales de talentosos artistas de la provincia.
Las funciones comenzaron el año pasado y se extienden hasta diciembre de este año, gracias a un acuerdo con el Instituto Nacional del Teatro (INT), que, entre sus objetivos, tiene el de llevar el teatro a todos los espacios sociales del país.
Así, la Dirección General del Servicio Penitenciario, con Eduardo Orellana como titular y Sara Sanguedolce como jefa de Tratamiento, ofrece las giras a los complejos, sustentadas por el INT, el cual tiene como director ejecutivo a Gustavo Uano y como titular en la provincia a Sacha Barrera Oro, dos teatreros mendocinos con importantes trayectorias.
“A partir de la oferta de las programaciones con que cuenta el INT, vienen desarrollándose eventos teatrales sostenidos, con variada oferta, para que las personas privadas de libertad alojadas en complejos y unidades carcelarias puedan disfrutar de atractivas propuestas, tendientes a promover espacios para la resocialización”, consideró Sanguedolce.
Las obras se corresponden con creaciones colectivas, stand-up, títeres para niñas, niños y adultos, obras de dramaturgos consagrados, unipersonales, payasos, circo criollo y musicales.
“Nuestra intención es no privar a las personas privadas de libertad de estas experiencias e incluso profundizarlas de la manera más variada posible. En cada complejo, en cada unidad, hay una estructura para que el arte y la cultura en general puedan desplegarse, porque somos conscientes del poder transformador que estas herramientas generan. Estamos muy agradecidos por la predisposición para el trabajo en conjunto que mantenemos con el Instituto Nacional del Teatro”, continuó Sanguedolce.
El teatro, agente de cambio
Por su lado, desde el INT, tanto Uano como Barrera Oro siguen de cerca el desarrollo de la agenda, e incluso han estado presentes en penales, disfrutando del teatro.
Gustavo Uano, al asistir a una función en el penal San Felipe, expresó que “la vivencia del teatro es muy profunda y necesaria. Es un agente de cambio y un vehículo de desarrollo humano. Por eso apoyamos el esfuerzo que, desde hace tanto tiempo, se viene haciendo en las penitenciarías, remando contra corriente, de bregar por la resocialización, una tarea que nos involucra a todos. El teatro debe estar al alcance de cualquier familia argentina y también debe estar en las cárceles. Por eso, para nosotros es muy importante apoyar y destacar la tarea educativa y cultural que se concreta en los penales”.
Finalmente, Barrera Oro afirmó: “El teatro tiene que estar en los contextos de encierro. El arte cura, tiene un costado terapéutico evidente, baja los niveles de violencia y genera contención. Es además un derecho y un trabajo. Por eso, tras estas experiencias, el futuro es promisorio. Las agendas funcionan muy bien en los penales mendocinos, tanto para el público como para los artistas. Queremos seguir trabajando, porque estamos trazando un buen camino”.
Cada semana y en distintas cárceles, se han presentado elencos como Baguala Catalá, La Banda de los Títeres, Gárgolas, Circus Magenta, Risamaestra, Enko Compañía Teatral, Los cucos, El Cíclope, Haravicus Compañía Teatral, Compañía Ofelia Títeres, Grupo del Sinfín, Malajunta Circus y Títeres Tía Tomasa. Cada uno de ellos se retiró ovacionado.