La capocómica decidió renunciar a la comedia que iba a protagonizar con Fede Bal en el verano de Buenos Aires.
En el comienzo de su programa “Mañanísima” del pasado lunes, Carmen Barbieri contó que se levantó media triste, y luego reveló que después de meditarlo mucho decidió bajarse del proyecto teatral que tenía pensado realizar con su progenitor en la próxima temporada porteña.
“Tomé una decisión que en 47 años de trabajo nunca me pasó. Cuando yo tomo un trabajo, cuando doy la palabra (sin firmar contrato), yo lo hago, yo lo termino aunque se me muera mi mamá, mi papá, Santiago o Federico esté enfermo; yo nunca abandono un trabajo”, remarcó la actriz.
Inmediatamente, agregó: “Yo me fui de la comedia. Íbamos a hacer el teatro Apolo con Fede, mi hijo. Una comedia hermosa dirigida por una maestra que es Lía Jelín, con un productor que volvía a producir a lo grande, Ariel Diwan, y con actores maravillosos. Tuve que decir que no porque empecé a darme cuenta que un día estuve 15 horas sin parar de trabajar”.
La capocómica a la mañana conduce el magazine “Mañanísima” en Ciudad Magazine, mientras a la noche participa en “Los ocho escalones”, por El Trece. “Un tercer trabajo yo no tendría que haberlo aceptado, lo hice porque me encanta el elenco, el productor, la directora, pero lo más importante era mi hijo, Federico Bal. Íbamos a estar haciendo de madre e hijo, pero tuve que irme porque no me da el tiempo”, aclaró compungida.
“Ensayar seis horas después de este programa, estudiar un libreto muy difícil de decir, de actuar, más las clases de teatro y expresión corporal todo eso me sumaba un tiempo que yo no tengo. Si el día tuviese 48 horas podría haberlo hecho, pero con 24 es imposible. Trabajo 15 horas sin parar, llego a casa, me doy una ducha, como algo y me acuesto para poder dormir al menos 5 horas”, detalló Barbieri para finalizar.