El gobernador de la provincia de Buenos Aires estuvo presente en la función de anoche de la obra producida por el Teatro Nacional Cervantes junto a Victoria Onetto, subsecretaria de políticas culturales; y a Florencia Saintout, presidenta del Instituto Cultural de PBA.
La obra, de Gonzalo Demaría, está basada en una trama de Gonzalo Demaría y Ciro Zorzoli y dirigida por este último.
Hace 100 años se inauguraba el Cervantes, llamado así, orgullosamente a secas. El coliseo fue construido por una célebre actriz española, María Guerrero, y pronto se convirtió en nuestro teatro nacional. Hace 238 años, en la época de los virreyes, nacía el teatro estable en Buenos Aires.
Hoy los dos eventos se mezclan en una comedia en verso que evoca las compañías de carromato, las tensiones entre hispanos y criollos y la lucha por la libertad. La comedia es peligrosa, concebida especialmente para la celebración, rinde homenaje a nuestra historia y a nuestros artistas. Nada de solemnidad: la obra hace más bien gala de la irreverencia propia de un escenario tan ecléctico e inclusivo que, en los locos años 20, ofreció espectáculos de revista. Mezcla de historia y de fantasía, La comedia es peligrosa cuenta una trama de suspenso y vodevil que ocurre en la capital del Virreinato del Río de la Plata en 1783. Unos cómicos de la legua pretenden construir un teatro estable y para ello deben enfrentarse al poder de los cabildantes y del obispo. El jamón del sándwich es el virrey. ¿Quién se comerá a quién?
Las funciones son de jueves a domingos en la boletería de la sala de la Av. Patricio Peralta Ramos 2280, y por Plateanet.