“Al retomar la dirección del Teatro Payró hay una responsabilidad histórica”

Diego Kohan, director de la tradicional sala situada en San Martín 766, charló con “Escenarios nacionales radio” sobre la vuelta de la cooperativa “Los Independientes” y los objetivos de esta nueva etapa en medio de la crisis económica del país.
Diego Kohan, director de la tradicional sala situada en San Martín 766, charló con “Escenarios nacionales radio” sobre la vuelta de la cooperativa “Los Independientes” y los objetivos de esta nueva etapa en medio de la crisis económica del país.

Diego Kohan, director de la tradicional sala situada en San Martín 766, charló con “Escenarios nacionales radio” sobre la vuelta de la cooperativa “Los Independientes” y los objetivos de esta nueva etapa en medio de la crisis económica del país.  

– Asociar la sala con tu apellido es un clásico. Te criaste ahí mirando el trabajo de tus padres durante años. ¿Cómo es ahora esta vuelta de la mano de la cooperativa “Los Independientes”? 
– La cooperativa es la misma que fundó Onofre Lovero cuando fundó el teatro en 1952. Tiene mucho de continuidad y también mucho de renovar. Y la vuelta tiene que ver con eso. Después de una pausa de cuatro años que dejamos el teatro en otras manos, que se terminó ese convenio. Estuvo a cargo de Ruben Szuchmacher, la gente del Kafka y Gabriel Cabrera que es socio de ellos. Y nos avisaron hace un tiempo que no iban a seguir, y dijimos de volver. Hay como una responsabilidad histórica que asumimos, que tiene que ver con darle continuidad, con planear nuevas estrategias, ver cómo están las cosas y encaramos nuevos momentos. Y es muy placentero también. Los teatros independientes tienen mucha historia, y, a la vez, han cambiado mucho.

– Son casi 70 años que tiene el Teatro Payró.
– Eso está bueno y te puede jugar en contra, porque te podes achanchar. Hay que buscar nuevas cosas, nuevas estrategias, nuevos objetivos, ver cómo están las cosas afuera, hay que estar todo el tiempo haciendo una gimnasia mental para ver cómo se sigue.

– En este adaptarse ustedes se abrieron a la danza, a la música, a las artes audiovisuales, por ejemplo.
– Si, va a tener lugar. Está planeando un ciclo de reflexión, conversaciones en mesas redondas, está siendo craneado por un amigo, para abrir un poco el espectro y atraer otras gentes. El tema del público es difícil. Ha habido otras épocas donde el público del teatro independiente era fiel. Iba todas las semanas a ver obras. Eso ha cambiado mucho.

– Se vuelve todo como mucho más artesanal.
– Me gusta la palabra. Hay algo de poner las manos. Como una arcilla que uno va moldeando día a día. Y hay que parar la pelota y pensar. Y ver nuevas estrategias. Balances todo el tiempo.

– Pasaron y pasamos muchas crisis. No hay plata, y menos para ir a ver una obra de teatro.
El recorte principal es la cultura.
– Una de las cosas primeras que pensamos es no trasladar al precio de la entrada el tema económico, entonces seguimos con las entradas a $300, que es accesible. Y estudiantes y jubilados 50% de descuento. Fue una decisión histórica que tomó Onofre Lovero, y que se sostuvo durante décadas. Hay gente que han dejado de ir al teatro, porque les cuesta. Asíi queremos volver a traerlos.

– En cuanto a la programación, ¿qué criterios se tienen en cuenta para que una obra sea parte de la cartelera del Payró?
– Nos fijamos que sean propuestas de riesgo. De calidad. Uno evalúa la seriedad con que se presentan los proyectos. A veces los nombres los conocemos y ya confiamos; otras son gente nueva que no conocemos y nos presentan los proyectos de forma muy estudiada, bien planeado, y confiamos. Y  que sea una búsqueda de un lenguaje, que no sea a la repetición de algo. Tiene que ver con lo arriesgado.  Es algo histórico. También, claro, que ideológicamente no esté en las antípodas. Tenemos una apertura muy amplia pero que no esté en las antípodas. Y algunos también los salimos a buscar.




 

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