El encuentro reunió a los artistas hacedores de la programación 2019 de la sala: Norman Briski, Gabriel Chamé Buendia, Mauricio Kartun, María Onetto, Pedro Saborido, entre otros artistas.
La conferencia contó, además, con la moderación de la periodista especializada en teatro, Sandra Commisso. Como eje central se abordó la gestión teatral en el escenario actual, las nuevas dinámicas de producción y los desafíos que presenta la realización teatral.
Norman Briski planteó la complejidad del abordaje de la cuestión cultural, y destacó el fenómeno de Caras y Caretas 2037, como espacio de “diversidad teatral”. El director de “Potestad” dijo que “la cultura es la lucha, que es cruel, y es mucha” en referencia a la actualidad argentina. También analizó que la alianza “entre la invención y su rentabilidad” siempre es un tema difícil de abordar, y apeló a pensar el trabajo creativo desde “el carácter de la denuncia o revisión de las cosas”.
Gabriel Chamé Buendia valoró la posibilidad de pensar colectivamente en el teatro, y destacó la posibilidad de “subvención de la cultura” que se da en Caras y Caretas 2037 con entradas muy baratas. Habló de la grieta entre el teatro comercial y el teatro independiente, y de la dificultad de acceder al teatro oficial. También puntualizó en como “el teatro independiente se recicla constantemente a precio del sacrificio”. Y destacó la “dimensión poética” de la programación teatral de la sala, por sobre una lógica realista o reivindicativa.
Mauricio Kartun jerarquizó la vigencia del teatro. Pensando el futuro habló de una sensación de “cierto optimismo” acerca del teatro dentro de la cultura, y que se vienen “épocas mejores”. Según indicó, el teatro “es una de las grandes ceremonias” alrededor de un relato público (al igual que el cine). Y planteó la hipótesis de que el cine monopolizó ese relato -en desplazamiento del teatro- hasta la aparición del streaming. En ese sentido, su planteo habló de la vigencia del teatro, como “el único lugar donde permanece un público frente a un relato”, siempre generando el “acto de sorpresa”. El director expresó que el teatro es “el último de los rituales frente a una narración que sostiene un tiempo real y un punto de vista único”.
Por otra parte, Kartun destacó al espacio Caras y Caretas 2037 como experiencia única, en tanto que es un teatro que “hace producción en el marco de una universidad”, y que esa universidad “depende de una organización de trabajadores” y que lo hace “sin fin de lucro” pensando en una cultura colaborativa.
María Onetto destacó la “vitalidad y lucha del sector cultural” en la actualidad, y puntualmente de la experiencia en la sala Caras y Caretas 2037 y el “alto nivel de creatividad” que existe. También expresó el orgullo que le produce el éxito de “Potestad”, la primera producción original de la sala, que fue un gran riesgo “frente a la puesta original de Pavlovsky”. La actriz finalmente reflexionó sobre la importancia de que el Estado pueda generar mayor apoyo económico a los artistas.
Pedro Saborido retomó la idea del “optimismo” en el quehacer teatral, comparándolo como un “camión que todos empujamos sin saber a donde va”. Con mucho humor, analizó la idea de “experiencia” que implica el momento de ir al teatro, y que muchas veces requiere “romper el confort” de gestionar todos los consumos culturales desde el teléfono móvil. También reflexionó sobre la oportunidad de hacer “algo inusitado en el teatro” aunque no implique un negocio económico.
Del encuentro participaron Marcelo Melingo y Horacio David, responsables de la Dirección Artística y Producción Ejecutiva de Caras y Caretas 2037. También estuvieron presentes Martín Pavlovsky, Rafael Bruza, Tony Lestingi, Claudio Martinez Bel, Matías Bassi, Gabriel Beck, Elvira Gómez y Martín López Carzolio, como parte de las obras “POTESTAD”, “TERRENAL”, “OTHELO”, “LA KERMÉS 2037”.