Federico (Martín Pérez) fue abandonado
por Federico (Pablo Fetis) de un momento para otro. Él quiere saber en qué
falló y atormenta a una amiga (Mara Teit) con el tema, al extremo que
contratará a un detective para que siga a su ex. Pero su deseo para con él es
el peor: si el otro estuviera muerto, sería feliz.
¿Qué queda luego del final de una
relación? Ese momento con el desencuentro, cuando los instantes indagan sobre
el abandono, y las respuestas no satisfacen, o, simplemente, no aparecen.
Los chicos son violentos, y con
una estética pop, Juan Crespo, dramaturgo y director, cuenta una historia con
un texto corrosivo. Así, queda en claro que una ruptura, a veces, es iniciar un
conflicto bélico.
Las fantasías de los personajes
se corren de todo sentimentalismo, y los actores ponen el cuerpo también en
función de lo contado, en donde las palabras, por momentos, parecen disparos.
Actuaciones viscerales para una
historia fragmentada, quizá como quedó el corazón de Federico luego de ser dejado, y al querer buscar los por qué. Interesante forma de narrar el
desamor, entre aforismos de Ciorán, cigarrillos, juegos, música de Blur y Nin.
Clima que también se crea con una significativa puesta de luces.
Porque como alguna vez dijo el
filósofo esloveno Slavoj Žižek, “el fin de una relación amorosa está cerca
cuando nos dan rechazo algunos rasgos de la persona amada que antes nos
parecían irresistibles (…) Un rasgo, el más importante y desconocido, determina
cómo nos afectarán todas las demás características”.
por Federico (Pablo Fetis) de un momento para otro. Él quiere saber en qué
falló y atormenta a una amiga (Mara Teit) con el tema, al extremo que
contratará a un detective para que siga a su ex. Pero su deseo para con él es
el peor: si el otro estuviera muerto, sería feliz.
¿Qué queda luego del final de una
relación? Ese momento con el desencuentro, cuando los instantes indagan sobre
el abandono, y las respuestas no satisfacen, o, simplemente, no aparecen.
Los chicos son violentos, y con
una estética pop, Juan Crespo, dramaturgo y director, cuenta una historia con
un texto corrosivo. Así, queda en claro que una ruptura, a veces, es iniciar un
conflicto bélico.
Las fantasías de los personajes
se corren de todo sentimentalismo, y los actores ponen el cuerpo también en
función de lo contado, en donde las palabras, por momentos, parecen disparos.
Actuaciones viscerales para una
historia fragmentada, quizá como quedó el corazón de Federico luego de ser dejado, y al querer buscar los por qué. Interesante forma de narrar el
desamor, entre aforismos de Ciorán, cigarrillos, juegos, música de Blur y Nin.
Clima que también se crea con una significativa puesta de luces.
Porque como alguna vez dijo el
filósofo esloveno Slavoj Žižek, “el fin de una relación amorosa está cerca
cuando nos dan rechazo algunos rasgos de la persona amada que antes nos
parecían irresistibles (…) Un rasgo, el más importante y desconocido, determina
cómo nos afectarán todas las demás características”.
Ficha técnica:
Actores: Facundo Beret, Pablo Fetis, Martín
Pérez y Mara Teit.
Guión: Juan Crespo.
Dirección: Juan Crespo.