El teatro, a pesar de su esencia de arte vivo, que sucede en un único tiempo y espacio, con un comienzo y fin determinados, tiene el poder de regalarnos experiencias únicas que perduran de manera imborrable, tanto dentro como fuera de la escena. Entre tantas, hay una que me ha conmovido con una potencia inusitada.
Aún transitando el tiempo de pandemia, después de meses de no poder abrir nuestros espacios de encuentro y creación, meses sin teatro, llegó ese primer día, con grandes cuidados y restricciones, la vuelta a la presencialidad, condición fundamental para la existencia de nuestro arte. Debido a las restricciones de aforo, apenas un puñado de personas podían entrar en la sala, recuerdo que en este caso sólo dieciséis con barbijos y alcohol en gel.
Ahí estaba yo, a punto de dar sala, mientras alguien hacía los anuncios previos, agradeciendo al público la asistencia. Cuando, repentinamente, una señora mayor que se encontraba entre nosotros, rompe en llanto. Fue justo después de escuchar el clásico: “Ahora sí, disfruten de la función”. Llamado por las circunstancias, me acerqué para preguntarle si se sentía bien, si podía ayudarla con algo. Y ahí fue cuando esta mujer me reveló el motivo de sus emociones. Lo hizo con estas palabras: “Hijo, a mi edad, después de una vida entera asistiendo al teatro cada semana, en estos tiempos de encierro, pensé que nunca más iba a volver a estar frente a un escenario. El teatro es mi vida y hoy me siento más viva que nunca”.
Por supuesto que no pude hacer otra cosa más que soltar mis propias lágrimas, tal sucede ahora mientras escribo recordando aquel acontecimiento. Quise abrazarla, no pude, la distancia social no lo permitía.
Hoy, a la distancia y a un mismo tiempo tan cerca, celebro la vida que nos da el teatro, abrazando y agradeciendo a cada una de las personas que, día a día, sigue alimentando la posibilidad para que esa magia única que nos regala el encuentro alrededor de una obra se siga produciendo.
¡Feliz Día Nacional del Teatro! Orgulloso de ser argentino, tanto como del teatro que hacemos 
Mariano Stolkiner
Director Ejecutivo del INT
