El arco de triunfo

Acorralado por la crisis de 2001, Tincho (Nacho Gadano) decidió probar suerte en el exterior y se fue a vivir a Francia, confiado en que un tío allí lo hospedaría. Pero varios años después, las situaciones de la vida lo traerían nuevamente a su Argentina natal. Y allí, en su casa donde se crió, se reencontrará con sus padres (Miguel Jordan y Ana María Castel), un amigo de la infancia (Ariel Pérez De María) y su eterna enamorada Norita (Victoria Onetto).

Viejas vivencias, la nostalgia de lo dejado y que se vuelve a encontrar, la patria que tira a quedarse pero una vez expulsó, y una nueva vida en el exterior que reclama, son los temas que aborda esta lograda comedia dramática basada un la novela “El arco de triunfo” de Pacho O´Donnell.

Bajo la dirección de Daniel Suárez Marzal la puesta presenta una visión bien argenta del exilio, que nos hace recordar lo fue nuestro país hace 10 años, cuando la gran mayoría creía que la única salida era el aeropuerto de Ezeiza. Y a partir del regreso del protagonista se sucederán situaciones que harán reír, emocionar y reflexionar.

Con reminiscencias a la entrañable “Made in Lanús”, el planteo no falla, sostenido por un elenco sólido y con diálogos actuales y justos, en un constante contraste entre esos años de crisis y el presente.

En relato avanza entre anécdotas, recuerdos y las ganas (de quedarse e irse) mezclando absurdo y costumbrismo en tres espacios, en donde se desarrollará la acción, en el correr de los días de la semana. Una sencilla escenografía, funcional a lo que se quiere contar, con correctos detalles técnicos.

Pero todo no será como se aparenta y cada uno de los personajes irá guardando algún secreto. Y la pregunta siempre latente si los que se fueron acertaron o se equivocaron, vuelve o no.

Una obra efectiva, con lugares comunes que funcionan y un interesante giro en que el autor aporta su mirada crítica a un tema aún latente de la historia argentina.