Eugenio Karl (Mariano Scovenna),
un hombre separado, sale de paseo por las calles de Buenos Aires con el
presentimiento de una extraña aventura. Leonilda (Natalia Vozzi), la esposa de
su mejor amigo (Guillermo Ferraro), se encuentra con él y lo invita a su casa a
tomar un té, excusa para estar a solas. En esa intimidad, como figuras
fantasmales, también aparecerán ese engañado y una mujer (Pettu Salama). Presencias que quizá sean la voz de sus conciencias. Duplicidades
de sus cuerpos, que los oscurece y los confronta, haciéndolos hablar.
un hombre separado, sale de paseo por las calles de Buenos Aires con el
presentimiento de una extraña aventura. Leonilda (Natalia Vozzi), la esposa de
su mejor amigo (Guillermo Ferraro), se encuentra con él y lo invita a su casa a
tomar un té, excusa para estar a solas. En esa intimidad, como figuras
fantasmales, también aparecerán ese engañado y una mujer (Pettu Salama). Presencias que quizá sean la voz de sus conciencias. Duplicidades
de sus cuerpos, que los oscurece y los confronta, haciéndolos hablar.
La frustración de los deseos, la
represión y las ambiciones de la clase media argentina aparecen con toda su
imposibilidad en esta obra de Alfredo Martín, basada en el cuento “Una tarde
de domingo” y los artículos policiales “Noche terrible” y
“El fascineroso” de Roberto Arlt, con una precisa e interesante
adaptación y dirección.
represión y las ambiciones de la clase media argentina aparecen con toda su
imposibilidad en esta obra de Alfredo Martín, basada en el cuento “Una tarde
de domingo” y los artículos policiales “Noche terrible” y
“El fascineroso” de Roberto Arlt, con una precisa e interesante
adaptación y dirección.
Así, se busca construir, desde el
lenguaje teatral, un laboratorio humano donde los personajes, intensos en sus
roles, se encuentran ante su propio abismo. Las actuaciones así fueron
cuidadosamente trabajadas, y en escena ésto también se ve.
lenguaje teatral, un laboratorio humano donde los personajes, intensos en sus
roles, se encuentran ante su propio abismo. Las actuaciones así fueron
cuidadosamente trabajadas, y en escena ésto también se ve.
El espacio está armado
con escaso mobiliario, presentado en forma recortada, que representa el living de un
hogar de clase media de los años 40-50, decorada con cierto gusto. Y allí sucederá toda la acción.
con escaso mobiliario, presentado en forma recortada, que representa el living de un
hogar de clase media de los años 40-50, decorada con cierto gusto. Y allí sucederá toda la acción.
“El sueño del escritor era poner
la conciencia a salvo del cuerpo: la metalización del ser. Culminar el trayecto
de una clase degradada, la burguesía, que abandona su infierno en ese
instante en que la libertad se realiza en el mal. Los sujetos de Arlt son más
bien objetos que se escinden, realizando un trayecto en zigzag. Por un
lado son estrategas de la impostura y por otro, desnudan a su clase,
buscando la hilacha y tirando de ella, demoliendo su condición social y sexual”, destaca Alfredo Martín, sobre el universo de Roberto Arlt.
la conciencia a salvo del cuerpo: la metalización del ser. Culminar el trayecto
de una clase degradada, la burguesía, que abandona su infierno en ese
instante en que la libertad se realiza en el mal. Los sujetos de Arlt son más
bien objetos que se escinden, realizando un trayecto en zigzag. Por un
lado son estrategas de la impostura y por otro, desnudan a su clase,
buscando la hilacha y tirando de ella, demoliendo su condición social y sexual”, destaca Alfredo Martín, sobre el universo de Roberto Arlt.
Ficha técnica:
Actores: Guillermo Ferraro, Pettu Salama, Mariano Scovenna y
Natalia Vozzi.
Natalia Vozzi.
Guión: Alfredo Martín sobre textos de Roberto Arlt.
Dirección: Alfredo Martín.